El loro Julio. Mi metamorfosis.
Hola a todos, mi nombre es Julio. Mi amiga Noa me ha pedido que comparta con vosotros mi extravagante pasado. No sé si me reconoceréis pero la gata Dexter me nombró en su brillante relato, me presenta en el momento que nombra a su compañero de piso, yo.
Tras aquella noche tan espantosa, me dirigí a la cocina, donde se hallaba mi despensa, allí guardaba todas mis presas. Me di cuenta que no podía comer ningún ratón porque mi preciosa boca se convirtió en un desagradable cono puntiagudo. Mi pelaje suave desaparecía por momentos, una especie de aletas pequeñas y suaves se esparcía por mi cuerpo, cada una de un tipo de gris o blanco. Mi estomago sentía repugnancia al oler el desagradable aroma de aquella rata muerta. No me conocía. ¿Que me pasaba?¿Padecía alguna enfermedad? Era incapaz de responder a aquellas preguntas pero en cambio me daba la sensación de poder llegar a transformarme en algún otro animal.
Esa misma mañana mi dulce maullido se convertía en un extravagante silbido. Aquella nueva voz me gustaba, era capaz de repetir cualquier frase u oración que se planteaba o nombraba en aquella casa. Si ya no fuera suficiente, mis patas delanteras se convirtieron en un tipo de alas que me permitían elevarme unos centímetros del piso. Pero en cambio mis patitas traseras se transformaron en un tipo de garras negras, horrorosas.
Me gusta en lo que me he transformado, cada mañana miro a la ventana desde un lugar elevado, disfruto de unos momentos divertidos intentado encontrar aquella comida que se reparte por todo mi nido. Mi nuevo hogar consta de unas barras de hierro que me rodean, si es verdad debería sentir nostalgia de la libertad de antes pero ahora me dedican más tiempo. Me aman más.
El loro Julio.
El loro Julio.
Estoy asombrada de como tu cabecita puede tener tantas ideas a cada cual mas fantasiosa. Me has dejado estupefacta... yo quizás me gustaría haber quedado con Noa la gata y no con Julio el loro, pero seguro que lo has hecho porque debes de tener algún plan preparado para dejarnos con la boca abierta. Estoy deseando seguir descubriendo cosas de Julio, a lo mejor me convences y empiezo a pensar que ser un loro es algo muy guay
ResponderEliminarVaya!! Menuda transformación tan chula ha tenido...Julio parece un loro muy elegante, seguro que aprende a decir muchas cosas con esa nueva habilidad que tiene 😉
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